La recuperación tras una reducción de pecho
Las mujeres que se realizan una reducción de pecho, en la gran mayoría de los casos, lo hacen para solucionar un problema físico más que por motivos estéticos. El excesivo volumen el pechos suele condicionar e impedir llevar una vida normal y realizar actividades rutinarias como hacer deporte. Una cirugía de reducción de pecho puede ayudar a muchas mujeres a mejorar su apariencia, recuperar la confianza y sentirse mejor.
Con una mamoplastia de reducción se busca disminuir el tamaño de las mamas, mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, ligeras y firmes. Esta reducción de tamaño y peso del pecho consigue aliviar muchos problemas como dolores de espalda y de cuello, problemas respiratorios e incluso consigue una mejora de la movilidad.
Tras la reducción del pecho, es normal que la paciente note una disminución de sensibilidad en los pezones, una sensación que suele ser temporal. Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días y el edema no cede completamente hasta las 3 ó 6 semanas. En 2 o 3 semanas, se puede volver a trabajar aunque en pocos días se puede hacer vida casi normal. Tras una reducción de pecho, se deben limitar las actividades físicas fuertes durante unas semanas, hasta que la recuperación sea completa. También es recomendable que, durante 1 ó 2 semanas, se eviten las relaciones sexuales para que no se inflamen las incisiones y durante 3 ó 4 semanas, se evite el contacto físico intenso de las mamas.
La cirugía de reducción de pecho es un procedimiento con resultados muy satisfactorios aunque no definitivos al 100%. Hay que tener en cuenta que las mamas cambiarán ante los estímulos hormonales, el embarazo o los cambios de peso y que esta intervención no está recomendada en mujeres que pretendan dar el pecho tras el embarazo.
Dr Oscar Junco
Dr. Junco, Cirugía Plástica y Estética con sede en el Hospital CIMA y en el Centro Medico Digest, es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona en 1998. Inicia su especialidad en 1999 en el Hospital Universitario Vall d´Hebron en Barcelona, en la Unidad de Cirugía Plástica y Quemados.