La recuperación tras una mastopexia
La mastopexia o elevación de pechos es un procedimiento quirúrgico para elevar y mejorar la forma de las mamas caídas. Es una intervención recomendada a mujeres que tienen o han tenido un pecho bonito de manera natural pero que con el paso de los años, los embarazos y los periodos de lactancia u otros factores, la piel ha perdido su elasticidad y el pecho, su forma y firmeza.
La mastopexia dura entre 1,5 y 3 horas. Se realiza en quirófano bajo anestesia general y suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente. Tras la cirugía de elevación de pechos es normal encontrarse cansada unos días, pero se puede hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita por el Dr. Junco, aunque las mamas pueden doler un par de semanas. El aspecto inicial de las mamas es artificial y con un volumen mayor al que corresponde debido a la inflamación propia de la cirugía, que suele remitir en 2 ó 3 semanas. Es normal tener una sensación de ardor en los pezones durante las dos primeras semanas. Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días y la inflamación residual no cede completamente hasta las 3 ó 6 semanas.
Tras la cirugía de elevación de pechos se puede volver al trabajo en pocos días, dependiendo de la actividad que se realice. El Dr. Junco indicará qué ejercicios se pueden hacer pero se debe evitar levantar objetos por encima de la cabeza durante 2 ó 3 semanas. Durante este tiempo, las mamas estarán más sensibles de lo normal por lo que puede ser conveniente evitar un contacto físico excesivo. Al principio, las cicatrices estarán rosadas, aspecto que mejorará continuamente desde las 6 semanas. Los controles mamográficos apropiados para cada mujer pueden seguir realizándose a partir del año post-cirugía.
Dr Oscar Junco
Dr. Junco, Cirugía Plástica y Estética con sede en el Hospital CIMA y en el Centro Medico Digest, es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona en 1998. Inicia su especialidad en 1999 en el Hospital Universitario Vall d´Hebron en Barcelona, en la Unidad de Cirugía Plástica y Quemados.